Las reclamaciones por bonos y valores convertibles en acciones siguen produciéndose, ya que estos productos han perjudicado a un elevado número de inversores. Las posibilidades de éxito son muy altas, a la vista de la jurisprudencia del Tribunal Supremo.
Se trata de activos financieros de renta fija diferenciados por el hecho de que se liquidan en forma de acciones. Es decir, no se recupera la inversión en dinero, sino en títulos del banco en cuestión.
Son productos en virtud de los cuales el cliente le prestaba al banco un dinero a un elevado tipo de interés y el banco le devolvía ese dinero… pero no en metálico, sino en acciones del propio banco. Y ahí es donde surge el problema, porque las acciones estaban sobrevaloradas. Es decir, no se devolvieron referidas a su valor en el momento de ejecutar el préstamo, sino a un valor previamente fijado, lo que provocó un grave perjuicio económico a los clientes.
El inversor desconocía la valoración de estas acciones en el momento de contratarlo y que estaban sujetas a muchas variables que afectarían a su rentabilidad.
Es decir, con los valores o bonos convertibles en acciones la rentabilidad prometida era buena en el momento de realizar la inversión, pero también eran muy altos los riesgos. La información facilitada al cliente minorista por parte del banco a este respecto no fue completa. No se explicó que a una posible alta rentabilidad le correspondían unos elevados riesgos como contrapartida. No se comercializaron con un nivel de información acorde con la normativa de la Unión Europea.
El inversor minorista no era consciente de que los títulos se habían valorado exageradamente en el momento de hacer la inversión, por lo que era difícil que mejorasen su precio y arrojaran esa rentabilidad prometida. De hecho, sucedió lo contrario. Cuando llegó el momento de cobrar, a causa de la crisis bancaria, las acciones se habían devaluado y valían tal vez una cuarta parte de lo que en su día se fijó.
Estas son las causas por las que los tribunales están dando la razón a los demandantes.
Después de un estudio personalizado de su caso presentaremos la oportuna reclamación ante la Administración de Justicia.