En el despacho Triviño estamos comprobando en las últimas semanas que se avecina una auténtica revolución de reclamaciones en materia de preferentes. Los perjudicados por las preferentes han conocido dos acontecimientos recientes, dos sentencias del Tribunal Supremo, una referida a los pequeños accionistas de bolsa de Bankia y otra referida concretamente al producto de las preferentes propiamente dicho. Ambas explican este fenómeno.
Pese al tiempo transcurrido, pensemos que el escándalo es de 2013, la publicación de la sentencia que anuló la compra de acciones de Bankia -porque hubo desinformación en la salida a bolsa de la entidad- ha generado un revulsivo para muchos perjudicados por las preferentes que no habían reclamado. Si a esa sentencia añadimos otra reciente, también del Supremo, que declara el derecho del preferentista a obtener la devolución no solo de lo invertido, sino de los intereses al 4% desde el día de la inversión hasta la completa recuperación de la misma, entenderemos mejor de qué estamos hablando.
Este segundo fallo determina además que para reconocer el derecho del perjudicado por las preferentes no se debe tener en cuenta ni su patrimonio, ni sus estudios. Ello incrementará el número de perjudicados por las preferentes que se decidirán a acudir a los tribunales reclamando su dinero. De hecho, estamos viendo por primera vez que acuden a nosotros personas con carrera y con cuantías de inversión muy elevadas. Es una auténtica revolución en cuanto a las reclamaciones de perjudicados por las preferentes.
En este sentido, hay que decir que después de la buena noticia -con matices- del acuerdo propuesto por Bankia a sus pequeños accionistas, sigue habiendo muchos productos, más desconocidos por la prensa pero igualmente importantes, que no están bajo ninguna propuesta de acuerdo pero cuyas demandas se están resolviendo mayoritariamente a favor de los perjudicados.
Así, están las cláusulas suelo, que están siendo devueltas desde el 9 mayo de 2013 y con intereses; los tribunales están anulando muchas hipotecas multi-divisas, que es un producto financiero muy complejo y que fueron adquiridas por personas que no contaban con la preparación financiera necesaria para tomar la decisión de compra. Y se están devolviendo también bonos convertibles en acciones, en los que los particulares le prestaban dinero al banco y éste se lo devolvía al final en forma de acciones, no en dinero. Algunas personas han perdido más del 80% del capital invertido. Además de otros productos sofisticados como los swaps o las preferentes.
Acerca de este último caso, el de los perjudicados por las preferentes, cabe decir que no está siendo protagonista en los medios de comunicación, pero debemos advertir también de que quien no demande judicialmente no cobrará, no recuperará su dinero. Y se trata de cantidades mayores, una media de 60.000€ y miles de personas afectadas, muchas de ellas personas mayores que invirtieron sus ahorros, su colchón, por así decir. Por ello creemos que es una muy buena noticia que se avecinen muchas demandas de perjudicados por las preferentes.